Seguro que ya has notado que el frío y el viento suelen dañar nuestra piel. El contraste entre las bajas temperaturas exteriores y el calor de las calefacciones deshidrata, descama y hace que nuestra epidermis se vea más apagada, con las líneas de expresión más marcadas e incluso pequeñas heriditas.

A pesar de que la piel está preparada de forma natural para autodefenderse, los factores climatológicos alteran su función barrera. Los cambios de temperatura deterioran su capa hidrolipídica dejándola vulnerable a las agresiones externas, lo que incrementa la pérdida de agua. Es por ello que los niveles de hidratación y nutrición de la piel se ven afectados y hay que ayudar a compensar esa deshidratación y sequedad para devolverle a nuestro cutis el bienestar, pero también para evitar el envejecimiento precoz que la caída de los termómetros puede provocar.

Recomendaciones para cuidar tu piel en invierno:

- Mejor agua templada. Aunque hay pocas cosas que apetezcan más cuando hace mucho frío que una larga ducha caliente hay que tener cuidado, ya que puede remover el manto hidrolipídico. Por eso la academia española de dermatología recomienda tomar baños más cortos con agua tibia y con jabones que respeten la estructura química de la piel, como cualquiera de nuestros jabones Naturavia:

El Jabón de Rosa Mosqueta ayuda a regenerar, el Cleopatra de Leche y Macadamia es muy nutritivo, el de Aloe y Onagra es reparador, el de Caléndula y Manzanilla es ideal para calmar la piel e idóneo para las sensibles, y los de Lavanda y Karité o Miel y Naranja son especialmente hidratantes.

- Cuidado con los cambios bruscos de temperatura, especialmente si tienes la piel sensible. El paso del frío al calor incrementa el riesgo de que aparezcan capilares dilatados (telangiectasias o arañas vasculares) en la cara (sobre todo en las mejillas).

- Extrema la hidratación, especialmente en aquellas zonas más expuestas a las inclemencias meteorológicas como manos, cara o cuello, que al carecer de glándulas sebáceas se descaman más fácilmente.

Si tienes la piel seca la Crema Facial de Argán de Naturavia es ideal para ti gracias a que es rica en aceites como el argán, el de almendras o el de aguacate para conseguir un extra de hidratación necesaria.

Si tu piel es sensible o normal te irá de maravilla la Crema Facial de Caléndula, ya que su alto contenido en mantecá de karité o el aceite de jojoba consiguen mantenerla hidratada, a la vez que el aceite de caléndula y el agua floral de manzanilla protegen y reparan la piel dañada o irritada.

Para las pieles normales ya maduras la Crema Facial de Rosa Mosqueta es perfecta, ya que mantiene la hidratación gracias a los aceites vegetales (como el de almendra o el de oliva) al tiempo que ejerce un efecto antiedad por la acción de la rosa mosqueta y del extracto de centella asiática.

Las pieles maduras-mixtas agradecerán los efectos del Fluido Facial de Rosa Mosqueta de Naturavia, que es hidratante, pero con textura fluida. Este cosmético ecológico mantiene la hidratación y previene la aparición de manchas o arrugas gracias a ingredientes regenerantes como la rosa mosqueta o el agua de Rosas.

Si tu piel es grasa estás de suerte, ya que los efectos adversos del frío te afectarán menos. Aún así, deberás hidratarla diariamente con el Fluido Facial de Árbol de té.

Si notas que tu piel está más seca que habitualmente incrementa la hidratación usando el Aceite facial de Árbol de Té. Así también estarás equilibrándola al mismo tiempo, ya que, tanto el aceite de jojoba, como el aceite esencial de árbol de té son reguladores naturales del sebo, no comedogénicos. Además, el aceite de árbol de té es antiséptico y antibacteriano.

- No te olvides del resto del cuerpo, sobre todo en zonas que se resecan con facilidad como rodillas y codos. El Aceite Corporal de Rosa Mosqueta te proporcionará una hidratación intensa y un efecto regenerante.

Para las manos te recomendamos nuestra Crema de Aloe Vera específica, cuyo uso continuado impide la pérdida de agua de la piel, manteniéndola hidratada gracias a la combinación de la aloe vera con el aceite de aguacate, que es regenerante. También estimula la producción de colágeno y mejora el estado general de la epidermis. Además es muy eficaz para hidratar los codos, que suelen necesitar cuidados extra.

- Protege tus labios, otra de las zonas en las que más rápidamente sentimos el efecto del frío. Si los notas resecos evita la tendencia natural a humedecerlos con saliva, ya que, en vez de hidratarlos estamos causando una irritación adicional. Cúidalos con protectores labiales y repite su aplicación tantas veces como necesites.

El Bálsamo Labial de Naranja de Naturavia ayuda a hidratar, reparar y proteger los labios secos y agrietados. El aceite de sésamo, junto con la manteca de karité y el cacao, nutren, regeneran y suavizan.

- Elige ropa adecuada para evitar la descamación de la piel, como aquellas de algodón orgánico, que además de conservar el calor mantienen la piel seca y permiten la evaporación del sudor. Evita el uso de prendas demasiado ceñidas que estén fabricadas con tejidos que no transpiran.