Si nos sigues desde hace tiempo, o me conoces personalmente, seguramente me habrás oído utilizar muchas veces el término "cosmética natural, de verdad".  Quizás no sepas muy bien a qué me refiero y he pensado explicarlo en este artículo. 

¿Qué quiero decir exactamente cuando digo "de verdad"?

Cuando en 2008 descubrí la cosmética natural y ecológica “real" me quedé alucinada “de verdad”. Hasta ese momento las marcas que conocía que se etiquetaban como “natural”, no tenían nada que ver con este nuevo concepto que se abría delante de mi.

Esta nueva cosmética natural que acababa de descubrir tenía unos valores muy claros y  resonaban muy fuerte conmigo. La formulación de sus productos contenían más de un 95% de ingredientes de origen natural, lo que chocaba con las marcas que yo conocía hasta el momento, ya que la base de formulación era sintética, salvo ese pequeño porcentaje de extracto natural,  que lo que hacía era poco más que darle el nombre a la línea de turno. Seguro que te suena.

Además, en esta nueva cosmética:

• había ingredientes que no usaban bajo ningún concepto, por ser potencialmente tóxicos para el organismo o para el medio ambiente.
• Y además, sus ingredientes procedían de cultivos ecológicos, donde no usaban pesticidas.

Wow, me pareció tan potente que no me podía creer que eso estuviera ya inventado y no estuviéramos usándolo todos. Si podíamos cuidar nuestra piel con productos respetuosos, por qué seguíamos cuidándonos con la "otra" cosmética.

Inmediatamente la idea surgió en mi cabeza como una chispa. Yo quería formar parte de la transformación que esta nueva cosmética traía consigo. Un cambio de paradigma en el cuidado y la belleza.  Y ahí surgió la idea de Naturavia, un proyecto nacido del deseo de crear cosmética natural "de verdad" en Galicia. 

 En la actualidad, 2023...

Afortunadamente actualmente hay muchas marcas que hacen esta cosmética natural. Por aquel entonces había apenas 3 laboratorios en toda España que fabricaban esta cosmética. Así que Naturavia fue pionera, siendo uno de los primeros laboratorios en España que elaboraba cosmética natural y ecológica certificada,  y el primero de Galicia.

Pero aún así, si tu deseo es cuidarte con cosmética natural auténtica, es importante que te fijes en las etiquetas para asegurarte de lo que estás comprando. 

¿En qué puedes fijarte para elegir auténtica cosmética natural?  

• En primer lugar, el listado de ingredientes.

Búscalo en la caja o en la etiqueta del producto. Es una lista obligatoria, así que si no la tiene, huye jeje.  Este listado, llamado INCI es la abreviatura en inglés de "International Nomenclature Cosmetic Ingredient". Que en español significa: Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos. Básicamente, y a modo de resumen, el INCI es el lenguaje universal para enumerar los ingredientes de un producto cosmético, ya sea natural o no.

Además,  los ingredientes aparecen nombrados en la etiqueta en orden decreciente por su por su nivel de concentración. Esto quiere decir que los primeros que aparecen son los que se encuentran en mayor proporción.

Si estás informada en ingredientes cosméticos, podrás valorar si el cosmético en cuestión te convence o no por su formulación. 

• Pero lo habitual es que no estemos súper actualizadas acerca de los ingredientes cosméticos como para poder leer un INCI, y por eso esta segunda herramienta es genial para poder valorar si lo que vas a comprar es auténtica cosmética natural o no.

Busca en el etiquetado un sello o aval que te garantice que ese cosmético está formulado bajo las premisas y valores de la cosmética natural "de verdad".

Los certificadoras son empresas que se dedican a evaluar las marcas que las contratan y sus productos, a fin de avalarlos. Para poder hacer estas evaluaciones, las marcas se someten a minuciosas inspecciones anuales, donde la empresa certificadora revisa todo el proceso de fabricación, desde la compra de los ingredientes hasta la venta de los productos terminados, pasando por cada una de las fases (fabricación, etiquetado, envasado). Revisan facturas de compra, de venta, partes de fabricación...con el fin de poder irse a casa con la certeza de que esa marca está haciendo las cosas como dice que las está haciendo. 

Para mi, es una de las herramientas más seguras. Aunque tiene sus matices, que te contaré en el siguiente post. Donde también te contaré la gran labor que hacen estas certificadoras, por lo menos la nuestra, porque es algo que desde fuera se desconoce, y me apetece mucho poner en valor. Toda nuestra línea está certificada por Bio.inspecta siguiendo la Norma española Biovidasana, una de las más estrictas (por no decir, la más...). 

• Una tercera herramienta son las apps para analizar tus cosméticos.

Aún no tengo una opinión muy clara al respecto porque la verdad es que me enterado hace muy poco de la existencia de estas aplicaciones. Ahora estoy probando INCI Beauty y por lo que he visto por ahora, no está mal. Escaneas el código de barras del producto y aparece una puntuación en función de su composición. Y si pinchas, puedes revisar cada uno de los ingredientes y el por qué de su puntuación. 

Está genial si quieres comprobar si el cosmético está formulado o no con ingredientes prohibidos en cosmética natural. Y me comprometo a "fuchicar" durante los próximos meses con las app actuales hablarte sobre esta herramienta tan potente.

• Y por último, otra cosa que puedes hacer es investigar la marca y contactar con ellos.

Hay marcas que no tienen certificados, pero formulan cosmética natural "de verdad". De hecho, nosotros tardamos unos años en certificarnos y formulábamos igual en aquel momento que ahora. Hay que tener en cuenta que certificar tus cosméticos es un proceso costoso y laborioso y  muchas marcas cuando empiezan no pueden costearlo, o simplemente no quieren. 

¿Qué cosas pueden confundirnos?

Como decía Dinio..."la noche me confunde". Pues aquí igual, vamos a analizar las cosas que pueden confundirnos y acabar comprando un cosmético que va de natural pero no lo es. Un greenwashing en toda regla. 

• El packaging. Esto nos confunde mucho y es es la herramienta número 1 del greenwashing.

  Le pones una etiqueta verde a un producto y ya parece saludable y natural.

Seguro que te ha pasado que en el súper has visto unas galletas en un caja kraft con colores marroncitos, verdes...que relacionamos con natural, sano...y te las has llevado a casa pensando que eran súper sanas y al llegar y leer el cuadro nutricional te has dado cuenta de que te la han "colao".

Lo acaba de hacer McDonals cambiando su habitual color rojo por el verde. Edito, acabo de comprobar que ya lo hizo en 2010, pero me entiendes ;)

Pues en cosmética pasa lo mismo. A mi, sin ir más lejos, el año pasado, me pasó. Y eso que se supone que soy experta en el tema... Tenía tan asociada la marca que me compré con cosmética natural que ni siquiera leí el INCI. Di por hecho que esa marca iba a tener una formulación natural y no lo comprobé. Al usarlo me chocó  muchísimo el olor que tenía, que claramente no podía ser natural, y al leer el INCI me di cuenta de que nada de eso. Tenía varios productos que en cosmética natural no usamos y me quedé muerta. Yo misma había construido una imagen de la marca que no era real. Pensaba que era natural y ecológica y además, hubiera puesto la mano en el fuego a que estaba certificada!! y eso lo consiguieron con el packaging y el mensaje que comparten. Ahí me di cuenta de el poder que tiene la imagen y la narrativa que construyen sobre la marca y como nos lo tragamos con patatas sin darnos cuenta. 

Así que recuerda utilizar alguna de las herramientas que te indico arriba con todo. No des nada por hecho.

• la narrativa de la marca, o storytelling como le llaman ahora. Hay palabras que relacionamos sin darnos cuenta.

Artesano, no implica natural.

Botánico, no implica natural, ni ecológico.

Con ingredientes naturales, tampoco es sinónimo de cosmética natural. 

Sostenible no implica natural, ni ecológico...ni tampoco es un término facilmente demostrable.

Green, bio, botanical, respetuoso, cosmética de nicho...

• Cuidado con los "SIN":

...sin parabenos, sin perfumes, sin siliconas...Está genial que no contengan esos ingredientes pero he visto multitud de cosméticos que no contienen estos ingredientes pero su lista INCI está llena de sintéticos e ingredientes no usados en cosmética natural. Si quieres hacerte con un cosmético de verdad, lee, busca un sello o pregunta. Pero no te quedes con la primera impresión. 

Espero haber hecho un resumen que te sirva y te ayude. 

Si quieres hacerme alguna pregunta, no dudes en contactarme. En la web tienes un contacto directo al "wasap", lo pinchas y ya estamos contactadas. También estaré encantada de que me llames a la ofi al T:  988471844. 

Te abrazo fuerte.

Carla.